Ha llegado el verdadero invierno a Galicia, y con él un frío polar que hiela a los vehículos que duermen en la calle como si de algo similar a la antártida se tratase.
Tan solo basta con salir de casa bien temprano y observar los coches aparcados en cualquier calle, para ver los efectos de las duras heladas nocturnas que tanto daño hacen a los vehículos a corto y, sobre todo, largo plazo.
En Diesel Inyección Milladoiro sabemos que no sólo son las lunas las perjudicadas en un coche al dormir fuera de garaje, sino que la gran mayoría de piezas del interior de un vehículo sufren en demasía a la intemperie.
Por ejemplo, el turbo, un elemento mecánico que, resumiendo, ayuda a que los motores rindan más y al mismo tiempo consuman menos.
Cuando el turbo empieza a funcionar, da una especie de empujón, el par, debido al aumento de presión en su interior.
A esto añade que puede alcanzar 750 grados de temperatura y que gira a 100.000 revoluciones por minuto.
Rapidez, calor y presión. La fórmula perfecta para una avería.
Por ello en Diesel Inyección Milladoiro sabemos la importancia que tiene el proceso de proceso de equilibrado, comprobación, calibración y geometría del turbo que realizamos en nuestro laboratorio avalado por Bosch Diesel Center.
Además de las revisiones que realizamos en Diesel Inyección Milladoiro, queremos daros algunos consejos para alargar la vida del turbo de tu vehículo, sobre todo en épocas de frío.
En el arranque del coche
No hace falta encender el coche antes de arrancar. Incluso puede ser una pérdida de tiempo y combustible.
Pero en los motores equipados con turbo (la mayoría de los coches diésel y cada vez más vehículos gasolina) es más importante, para que el turbo se lubrique bien.
Simplemente es bueno dejar el coche al ralentí los primeros minutos, para que el lubricante comience a recuperar la temperatura antes de exigirle más.
Al iniciar la marcha, sobre todo en invierno, no subas mucho de revoluciones el coche con el motor en frío. Mientras tu coche con turbo no coja esa temperatura, no lo fuercces, si no quieres que sufra en demasía.
Al finalizar tu trayecto
Si puedes, no apagues el coche nada más aparcar. Manten el motor encendido uno o dos minutos para que la propia turbina baje de revoluciones paulatinamente y sin brusquedad, de esta manera, podrás prolongar la vida de tu coche sin apenas esfuerzo.